Las calderas de vapor con biomasa recuperan el calor que se genera durante el proceso de combustión de la biomasa para el calentamiento del agua que se encuentra en el circuito del intercambiador de la caldera. En consecuencia, el agua caliente se deriva al circuito de calefacción.
Cada cierto tiempo es necesario retirar las cenizas generadas por la combustión de la biomasa, y limpiar el quemador.