El hollín o la carbonilla se produce por culpa de combustiones ineficientes y pobres de oxígeno en las calderas que funcionan con combustibles sólidos (biomasa) o líquidos pesados y pudiendo hasta suceder con Gas natural o LPG.
La limpieza de hollín debe realizarse en la base de las chimeneas para que no obstruyan la salida de humos, también en los huecos y rejillas de entrada, para asegurar una eficiente ventilación.
Puede prevenirse la formación de hollín ajustando los quemadores y realizando un mantenimiento anual del quemador y revisión de la combustión.
Los quemadores con sonda de oxígeno de las calderas de ATTSU, gradúan automáticamente la proporción de aire y combustible y así evitan combustiones pobres en oxígeno.