Las principales aplicaciones de las calderas de vapor se encuentran en el sector agropecuario y la industria agroalimentaria, el sector textil, el sector químico, la industria del papel y el caucho; el sector de la arcilla, el vidrio y el hormigón; y el sector servicios.
De forma específica, las calderas de vapor se usan para el procesamiento de carne y la fabricación de salchichas; el acabado o revestimiento de hilados textiles, tejidos o artículos textiles confeccionados; la producción de productos de química orgánica; la producción de celulosa y papel; la producción de cristal o la producción de calor en hoteles o lavanderías, entre otros muchos usos.