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El sistema consiste en un depósito con un sistema de regulación que mantiene constante la presión y el volumen de la instalación ante los cambios de temperatura del agua de la misma.
La solución tradicional para absorber y compensar las variaciones de volumen en estas instalaciones es dimensionar el depósito para que pueda absorber todos esos cambios de volumen, lo que supone la instalación de unos depósitos presurizados de gran tamaño con el consiguiente sobrecoste. En este caso, el agua sobrecalentada a 180 ºC obliga a tener siempre una presión mínima de 10 bares para evitar la cavitación en las bombas, etc.
Este sistema diseñado y construido por ATTSU está compuesto de un depósito presurizado con nitrógeno de tamaño medio (5 m3) cuyo sistema de control mantiene constante la presión de todo el sistema.
Eventualmente, cuando la temperatura de la instalación aumente o disminuya, el sistema lo compensa mediante la regulación de la presión de nitrógeno en el depósito. Los aumentos o disminuciones de volumen provocados por la dilatación o contracción del agua por cambios de temperatura son regulados mediante el alivio o aportación de agua a un depósito o también, desde un depósito no presurizado.
El sistema está preparado para trabajar con aire comprimido en lugar de nitrógeno.
Todo este sistema está comandado por un PLC que controla los elementos para la regulación de la presión (transmisores, válvulas automáticas, etc.), así como los de regulación de volumen (sondas de nivel, válvulas automáticas, bombas, etc.). Sendas regulaciones se realizan de forma modulante, manteniendo constantes los parámetros en todo momento. El control está preparado para realizarse en modo local o remoto desde el DCS de planta.
